Hace un par de años, estaba caminando por el muelle de la playa Imperial en California (cerca de donde vivo) y estaba mirando mi teléfono. De repente sentà que debÃa subir la mirada y noté que la luna se veÃa hermosa y enorme, justo encima de un edificio.
Sólo uno o dos pasos más tarde, la luna se habÃa ido, oculta por el edificio. Me detuve y caminé hacia atrás para revelar la luna nuevamente. Luego caminé hacia adelante de nuevo para esconderla.
Me llamó la atención cómo este "ejercicio" podrÃa ser una metáfora de cómo vivimos la vida y a lo que accedemos. Cuando vamos rápido y nos distraemos, podemos perdernos cosas hermosas. Cuando hacemos una pausa y vamos más lentamente, tenemos la oportunidad de ver lo que de lo contrario podrÃa escaparse.
Por otra parte, siempre accedemos a algo cuando se nos escapa otra cosa y viceversa. En lugar de sentirnos decepcionados por perdernos lo que estábamos demasiado distraÃdos para ver, sintámonos agradecidos por lo que sà captamos, independientemente de cómo nos movamos, de un momento a otro.
.